Cambios y perspectivas de la modernización universitaria

Actualmente la universidad está obligada a responder a las múltiples demandas que la sociedad le exige, entre ellas, la rendición de cuentas; la mejora de la calidad de los servicios que ofrece, a fin de aumentar la empleabilidad y de contribuir al desarrollo económico y social; el desarrollo de competencias y destrezas claves y transversales para la vida profesional; y, finalmente, la competitividad a nivel local y global. Los retos comunes a los que se enfrentan las universidades pueden entenderse como internos, orientados a mejorar la calidad y la pertinencia e incidir en la empleabilidad, la eficiencia y la apertura, así como externos, en cuanto al atractivo a nivel local y global, entre los que se incluyen la captación de estudiantes, la aceptación internacional de las titulaciones y el intercambio educativo. Ante este escenario, Guy Haug presenta posibles respuestas en cuatro líneas que es preciso atender si se quiere dar respuesta a estos retos y demandas: La renovación curricular, que tiene que ver con los contenidos que incluyan habilidades y destrezas y con la calidad de los mismos; la renovación metodológica, en busca de estrategias para lograr un aprendizaje efectivo, como la evaluación formativa, los programas de tutorías y la combinación de técnicas de enseñanza. En tercer lugar, la reestructuración institucional orientada a fomentar el cambio y a garantizar la calidad interna y externa y, finalmente, los cambios en la cultura universitaria como el compromiso para llevar a los estudiantes al éxito, la aceptación de la responsabilidad social y la adopción de una postura científico – crítica sobre la propia universidad.